Sin lugar
a dudas que el Encuentro personal y el llamado que Dios hace al hombre son de
las experiencias más apasionantes y desconcertantes. Se trata de toda una
aventura que invita al hombre a someter la experiencia a un discernimiento
profundo. Si me permites, trataré de sintetizar en forma más o menos
sistemática mi experiencia como Promotor Vocacional y formador.
Algunas
personas creen que el llamado de Dios debe estar impregnado de signos
fantásticos que de forma clara quiten cualquier tipo de duda e inseguridad
personal. Sin embargo pocas cosas mas alejada de la realidad que esta idea. El
llamado de Dios no tiene un estereotipo de manifestación, sino que por el
contrario ÉL no se ata a una forma determinada para invitar a sus hijos a
participar de si misión. Ciertamente en la Biblia encontramos muchos pasajes de
relatos milagrosos en donde Dios se manifestaba de formas impresionantes: La
columna de fuego, la nube, la zarza ardiente, en sueños, etc. No obstante esto,
y por la misma omnipotencia de Dios sabemos que Él se comunica con el hombre
también por otros medios; mucho de ellos más ordinarios de lo que nosotros
mismos podemos imaginar. Esta última razón es la que hace que muchos jóvenes
puedan desestimar y pasar por alto cuando Dios toca la puerta y nos llama.
Somos muchos los consagrados que no hemos entrado en contacto con Dios por una
experiencia sencilla y cotidiana. Hay quienes han sentido ese llamado desde
pequeños, otros que el compromiso con la Iglesia lo empuja a dar una respuesta
más plena y generosa.
Para
experimentar el llamado de Dios, deberás antes que nada despojarte de algunas
“falsas ilusiones”:
Ilusión
de cosas grandiosas: El
Señor puede manifestarse en las cosas más pequeñas, tal como lo demostró con el
niño nacido en Belén.
Ilusión
de seguridad: El
llamado es algo claro que nos da seguridad. Los discípulos son
sorprendidos por la respuesta de Jesús ante la pregunta de donde vive el
Maestro. El solo les responde: “Ven y verás”.
Ilusión
de bienestar: El
discípulo no es más que el Maestro. El Señor nos marcó el camino de la cruz y
de la entrega. Quien hace otros recorridos va por un camino equivocado y que
aleja del Señor.
Por eso
te digo que Dios puede llamarte de la manera mas desconcertante. No esperes una
sensación de claridad para prestar atención a esa voz interior. Dar una
respuesta generosa tiene mucho de martirio y de renuncia. Todos estos son
signos del posible llamado de Dios. En próximas entradas seguiremos
profundizando sobre el Misterio del llamado de Dios.
Esta es la primera de varias entradas donde daremos algunos tips sobre la vocación y que hacer ante ella. Continuará...........
Esta es la primera de varias entradas donde daremos algunos tips sobre la vocación y que hacer ante ella. Continuará...........
JUan, què bueno que te hayas decidido a hacer esto. Te acompaño con la Oraciòn. Sin dudas serà de mucha ayuda para los que quieran acercarse y de apoyo a los que ya estamos. Abrazo en Cristo y San Vicente
ResponderEliminarGracias Fabiana, bendiciones por vos y gracias por tus oraciones.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encantó este artículo!! Cariños!!
ResponderEliminarHna. M. Soledad
Gracias Hermana por el aliento
ResponderEliminarGracias muy lindo...
ResponderEliminarEmily, gracias a vos por tomarte el trabajo de leerlo.
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